Las mejores 86 frases de Albert Einstein
¿Sabes quién tenía el peinado más salvaje y la mente más brillante del siglo XX? Sí, ese tipo con el pelo alborotado en las fotos en blanco y negro: Albert Einstein. ¡Vamos a bucear en su vida!
Tabla de contenidos:
Frases de Albert Einstein
- Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz.
- Educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela.
- Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás.
- Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
- Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.
- Las proposiciones matemáticas, en cuanto tienen que ver con la realidad, no son ciertas; y en cuanto que son ciertas, no tienen nada que ver con la realidad.
- Vine a Estados Unidos porque oí que en este país existía una gran, gran libertad. Cometí un error al elegir Estados Unidos como una tierra de libertad, y es un error que en el balance de mi vida ya no puedo compensar.
- Estoy satisfecho con el misterio de la eternidad de la vida y con el conocimiento, el sentido, de la maravillosa estructura de la existencia. Con el humilde intento de comprender aunque más no sea una porción diminuta de la Razón que se manifiesta en la naturaleza.
- Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.
- No sé con qué armas se luchara en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y mazas.
- La única cosa realmente valiosa es la intuición.
- El misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos.
- Una velada en que todos los presentes estén absolutamente de acuerdo es una velada perdida.
- La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
- El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados.
- Nada destruye más el respeto por el Gobierno y por la ley de un país que la aprobación de leyes que no pueden ponerse en ejecución.
- La mujer, está donde le corresponde. Millones de años de evolución no se han equivocado, pues la naturaleza tiene la capacidad de corregir sus propios defectos.
- Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera generación que anhela una vida plena de belleza y libertad?
- No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.
- La debilidad de actitud se vuelve debilidad de carácter.
- Lo importante es no dejar de hacerse preguntas.
- Se debe hacer todo tan sencillo como sea posible, pero no más sencillo.
- Un hombre feliz está demasiado satisfecho con el presente como para obsesionarse demasiado con el futuro.
- Cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad.
- La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia.
- El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
- Mi ideal político es el democrático. Cada uno debe ser respetado como persona y nadie debe ser divinizado.
- Los conceptos y principios fundamentales de la ciencia son invenciones libres del espíritu humano.
- Dios es sofisticado, pero no malévolo.
- Lo más incomprensible del mundo es que sea comprensible.
- El intento de combinar sabiduría y poder rara vez ha sido exitoso y solo por un corto tiempo.
- A pesar de ser un solitario mi conciencia de pertenecer a la comunidad invisible de aquellos que luchan por la verdad, la belleza y la justicia me ha impedido sentirme aislado.
- ¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida mas fácil, nos aporta tan poca felicidad? La repuesta es está, simplemente: porque aún no hemos aprendido a usarla con tino.
- No guardes nunca en la cabeza aquello que te quepa en un bolsillo.
- Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.
- Cada día sabemos más y entendemos menos.
- Estoy absolutamente convencido que ninguna riqueza del mundo puede ayudar a que progrese la humanidad. El mundo necesita paz permanente y buena voluntad perdurable.
- La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibro hay que seguir pedaleando.
- Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
- Yo no enseño a mis alumnos, solo les proporciono las condiciones en las que puedan aprender.
- Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro.
- No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto.
- Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.
- El valor de una educación universitaria no es el aprendizaje de muchos datos, sino el entrenamiento de la mente para pensar.
- La religión sin la ciencia estaría ciega, y la ciencia sin la religión estaría coja también.
- En el pensamiento científico siempre están presentes elementos de poesía. La ciencia y la música actual exigen de un proceso de pensamiento homogéneo.
- Si no chocamos contra la razón nunca llegaremos a nada.
- ¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida?.
- Si tu intención es describir la verdad, hazlo con sencillez y la elegancia déjasela al sastre.
- Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
- La alegría de ver y entender es el más perfecto don de la naturaleza.
- El amor por la fuerza nada vale, la fuerza sin amor es energía gastada en vano.
- La vida es hermosa, vivirla no es una casualidad.
- El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad.
- La memoria es la inteligencia de los tontos.
- La paz no puede mantenerse por la fuerza. Solamente puede alcanzarse por medio del entendimiento.
- Si A es el éxito en la vida, entonces A = X + Y + Z. Donde X es trabajo, Y es placer y Z es mantener la boca cerrada.
- El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón.
- La diferencia entre el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión persistente.
- Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío.
- ¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.
- La mayoría de las ideas fundamentales de la ciencia son esencialmente sencillas y, por regla general pueden ser expresadas en un lenguaje comprensible para todos.
- Quien crea que su propia vida y la de sus semejantes está privada de significado no es sólo infeliz, sino que apenas es capaz de vivir.
- Solamente una vida dedicada a los demás merece ser vivida
- Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.
- Creo en el Dios de Spinoza, que nos revela una armonía de todos los seres vivos. No creo en un Dios que se ocupe del destino y las acciones de los seres humanos.
- Tendremos el destino que nos hayamos merecido.
- Si no puedo dibujarlo, es que no lo entiendo.
- No entiendes realmente algo a menos que seas capaz de explicarselo a tu abuela.
- En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.
- La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices.
- Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
- El que se erige en juez de la verdad y el conocimiento es desalentado por las carcajadas de los dioses.
- La belleza no mira, sólo es mirada.
- Los ideales que iluminan mi camino y una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la verdad.
- Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después, todo el amor pertenece a los pensamientos.
- Nosotros, los mortales, logramos la inmortalidad en las cosas que creamos en común y que quedan después de nosotros.
- Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres.
- La formulación de un problema, es más importante que su solución.
- El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.
- Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor.
- No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso.
- El azar no existe; Dios no juega a los dados.
- Todo el mundo tiene que sacrificarse de vez en cuando en el altar de la estupidez.
- No creo en la inmortalidad de las personas y considero que la ética es una preocupación exclusivamente humana, sin que exista ninguna autoridad sobrehumana detrás de ella.
- La libertad política implica la libertad de expresar la opinión política que uno tenga, oralmente o por escrito, y un respeto tolerante hacia cualquier otra opinión individual.
Albert Einstein: El "loco" del peinado rebelde que cambió nuestra forma de ver el universo
Nació en 1879 en Alemania, y aunque podrías pensar que desde pequeño era el niño prodigio de las películas, la realidad es que no habló hasta los 3 años. ¡Tres años! Sus profesores y hasta su familia temían que no fuese muy brillante. Qué equivocados estaban.
Durante sus años escolares, a Albert no le iba del todo bien con la autoridad. Digamos que no era precisamente el alumno estrella que los maestros adoraban, sino más bien el chico pensativo en la esquina que cuestionaba todo. Esto se reflejaba especialmente en su rechazo a aprender cosas de memoria. Para él, la verdadera inteligencia no se trataba de repetir como un loro, sino de entender y cuestionar.
Einstein tuvo muchos trabajos antes de convertirse en "Einstein". Uno de los más famosos fue en la Oficina de Patentes de Suiza. ¡Sí, revisando patentes! Pero, en su tiempo libre, se dedicaba a hacer "experimentos mentales". Uno de estos le llevó a su Teoría de la Relatividad Especial. Ahí, le dijo al mundo que el tiempo y el espacio no son absolutos. Fue como si de repente nos dijera que el suelo que pisábamos no era tan firme como pensábamos.
Después, dio un golpe aún mayor con su Teoría de la Relatividad General, sugiriendo que la gravedad no es una fuerza que tira de las cosas, sino una curvatura del espacio-tiempo causada por la masa y la energía. ¡Mind blown!
Más allá de la ciencia, Einstein tenía fuertes opiniones sobre la paz, el sionismo, el racismo, entre otros. Durante la Primera Guerra Mundial, fue una de las pocas voces en Alemania que se pronunció contra la guerra. Y luego, después de la Segunda Guerra Mundial y de saber que sus ecuaciones ayudaron a construir la bomba atómica, promovió el desarme nuclear.
Einstein tenía una forma única de ver el mundo. Pensaba que el más grande enemigo del conocimiento no es la ignorancia, sino la ilusión del conocimiento. Era un apasionado por la curiosidad. Decía que si tienes una hora para resolver un problema y tu vida dependiera de la solución, usaría 55 minutos en determinar la pregunta adecuada a hacer. Para él, una vez que tienes la pregunta correcta, puedes resolver el problema en menos de 5 minutos.
Albert Einstein, más que una cabellera rebelde y ecuaciones complicadas, nos enseñó que cuestionar y ser curioso es esencial. Nos mostró que el universo es mucho más extraño y maravilloso de lo que parece a simple vista. Y que, a veces, los chicos "raros" en la esquina, los que cuestionan y sueñan, son los que terminan cambiando el mundo.